Las funciones del profesor

¿Qué hace un profesor? Está claro. Enseñar a sus alumnos. Bueno también echar broncas a sus alumnos más rebeldes. Y coger manía a algunos mientras que adora a otros. Ah, muy importante soltar las típicas frases de profesor, al nivel de las frases de madre. Sí, sí, estas frases (y otras muchas más) tan famosas como "dilo en voz alta y nos reímos todos" o "¿hablo en chino o qué?"


Sin embargo, la función del profesor no consiste solo en transmitir conocimientos, poner exámenes y echar broncas a los malos. Las funciones del docente son muchas más. Y están reguladas.

El artículo 91 de la LOMLOE habla acerca de las funciones del profesorado. Estas funciones, resumidas, son las siguientes:

  1. Programación y enseñanza de las materias o ámbitos curriculares que tengan encomendados.
  2. Evaluación del proceso de aprendizaje y de enseñanza.
  3. Tutoría, dirección y orientación de los alumnos.
  4. Orientación educativa, académica y profesional de los alumnos.
  5. Atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del alumnado.
  6. Promoción, organización y participación en actividades complementarias.
  7. Desarrollo de las actividades en un clima de respeto, tolerancia, participación y libertad para fomentar los valores de ciudadanía democrática y la cultura de la paz.
  8. Información periódica a las familias.
  9. Coordinación de las actividades docentes, de gestión y dirección que les encomienden.
  10. Participación en la actividad general del centro.
  11. Participación en los planes de evaluación determinados por la Administración o el propio centro.
  12. Investigación, experimentación y mejora continua de los procesos de enseñanza.
  13. Colaboración y trabajo en equipo.



Particularmente, me llama la atención de nº 7, el desarrollo de actividades en un clima de respeto, tolerancia, participación y libertad. No debemos olvidarnos que nuestros (futuros) alumnos pertenecen a una sociedad. Y que esta sociedad es muy diversa. Por lo tanto, es fundamental que aprendan a respetar a los demás y que generen un clima de tolerancia. Esto no solo será bueno en su relación con el resto de personas de la sociedad, sino que permitirá que exista un clima de tolerancia en su entorno que va a promover la participación de todos los miembros de la sociedad en total libertad.
Estos aspectos se pueden trabajar en el aula mediante diferentes actividades que promuevan la tolerancia. La decisión de invertir una o dos horas de nuestro tiempo en el aula puede suponer toda una vida en el alumno. Así que vamos a trabajar con nuestros alumnos no solo los conocimientos de nuestra materia, sino también otros valores que les permitan una buena relación con la sociedad.



¡Eso sí, no os olvidéis de las frases que tanto nos caracterizan!


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